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miércoles, 18 de marzo de 2009

El Hombre de la Flor

(A Marcos Ana)

El Hombre de la Flor está cautivo.
Su cuerpo atropellado, medio-muerto;
pero la Flor le entrega su perfume
y es arrojado del lado de los vivos.


El Hombre de la Flor, muere y respira.
Allí en la Oscuridad, todo es más claro.
La Flor derrama pétalos Azules,
y Él construye una escalera viva.


El Hombre de la Flor mira la Luna,
y en su reflejo el mundo se refleja,
Todas las penas son la misma pena.
Todas las lunas son la misma Luna.


Ha muerto ya mil veces, destrozado.
La Flor inmaculada lo regresa.
por la Escalera de pétalos azules,
y cose con paciencia los pedazos.
El Hombre de la Flor tiene un secreto,
para seguir viviendo enamorado:
Resucita en palabras que están vivas.
Son pájaros de amor, que van volando.

Flavio Dalostto

lunes, 16 de marzo de 2009

Otro poema dedicado a Marcos

Decidme cómo es un árbol.

Al mundo le confiesas, Marcos Ana,
que olvidaste de un árbol sus colores
y el árbol eras tú, con tus clamores
despertando a la luna, luz hermana.

Un árbol cuya sombra capitana,
forjada entre esperanzas y dolores,
logró con sus raíces los amores
del que iban a matar cada mañana.

La raíz es a veces tan fecunda
que no se puede ver por lo profunda.
Sin embargo en tu libro es clara y llana.

Plenitud de emoción y de ternura,
de talento y feliz literatura.

¡Qué orgullo es ser tu amigo, Marcos Ana!

Salvador Arias