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Mi pecado es terrible;
quise llenar de estrellas
el corazón del hombre.
Por eso aquí entre rejas,
en diecinueve inviernos
perdí mis primaveras.
Preso desde mi infancia
y a muerte mi condena,
mis ojos van secando
su luz contra las piedras.
Más no hay sombra de arcángel
vengador en mis venas:
España es sólo el grito
de mi dolor que sueña.
1 comentario:
querido Marcos Ana, me hubiera gustado darte un abrazo estas fiestas y desearte lo mejor para este año, pero como no ha sido posible,aún con retraso te lo mando ahora.Un beso Carmina.
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